Rioja es la primera Denominación de Origen Calificada de España, con una historia milenaria. Situada al norte de la península ibérica, en una zona altamente propicia para la viticultura, que se beneficia de la confluencia de los climas atlántico y mediterráneo.
Al igual que Burdeos, cuyos vinos han ejercido una fuerte influencia en el estilo de los tintos de esta región, Rioja es una de las áreas más prestigiosas del mundo para la producción de vinos de larga crianza.

La variedad más extendida en el territorio es el Tempranillo, sin embargo la mayoría de los vinos de esta denominación derivan de un coupage de diferentes variedades: la Garnacha que añade cuerpo y robustez en las añadas más difíciles, y Graciano que aporta aromas y estructura.

Los vinos tintos se clasifican en cuatro categorías:

• Rioja, el más joven, que realza los aromas frescos y afrutados del Tempranillo;
• Rioja Crianza, envejecido al menos tres años, de los cuales seis meses en barrica;
• Rioja Reserva, envejecido al menos tres años, de los cuales uno en barrica;
• Rioja Gran Reserva, envejecido al menos cinco años, de los cuales dos en barrica y tres en botella.

Junto a los tintos tradicionales, envejecidos a la francesa en barricas de roble, encontramos blancos innovadores obtenidos íntegramente de la variedad Viura o del más reciente Tempranillo Blanco, que enriquecen los vinos con matices florales, notas tropicales y cítricas.