Las Highlands, la región más grande de Escocia, cuentan con dos almas distintas que coexisten en perfecto equilibrio en sus whiskies. Las Highlands occidentales, con destilerías como Oban, ofrecen una conexión profunda con el mar: los whiskies de esta zona están influenciados por las brisas marinas y se caracterizan por notas de sal, ligera ahumado y fruta seca, evocando el carácter salvaje y cautivador de las costas escocesas.

Por otro lado, las Highlands orientales e interiores revelan su espíritu distintivo con destilerías como Glenmorangie y Dalmore, maestros en el arte de la experimentación. Aquí, el uso de barricas finas, como las de porto, sauternes y sherry, añade complejidad y sofisticación. Los whiskies se enriquecen con matices de miel, cítricos y fruta tropical, ofreciendo una sorprendente gama de sabores. Las dos almas de las Highlands se encuentran en una experiencia única, perfecta para explorar las mil caras del Scotch Whisky.