Champagne Brut Blanc de Noirs Grand Cru AOC VIII Sceptre Noir Nero Champagne

Símbolo de poder y fuerza, golpea desde el primer gusto; el cetro es el emblema de la autoridad, en manos del soberano, para la misión especial que le es conferida y reconocida como "pastor de los pueblos"; Sceptre Noir encarna perfectamente esta imagen. Es un triunfo en las competiciones, un atributo de apoteosis e invitado de honor en las ceremonias. Se dice que en la antigüedad Remigius, obispo de Reims, coronando a Clovis rey de los francos, le dio un bendito barril lleno de champán. Este barril, siempre que el rey hubiera ganado en batalla y sostenido el cetro de su pueblo, nunca terminaría, y aunque sacaba mucho de él todos los días, siempre estaba lleno y Clovis nunca fue derrotado.

Tiene su origen en la finca Stéphane Coquillette, ubicada en la Montagne de Reims, una zona montañosa formada en gran parte por un suelo calcáreo profundo que garantiza un excelente drenaje. Los viñedos utilizados para esta Cuvée tienen una excepcional exposición al sur y disfrutan de un fenómeno climático particular: durante la noche el aire cálido creado durante el día en las zonas altas desciende hacia el valle, garantizando la perfecta maduración de la uva. La vinificación se realiza íntegramente en barricas de acero, completando con una crianza de 36 meses en sus propias levaduras.

El color es amarillo dorado claro con reflejos brillantes que crean juegos de luz particulares en el interior del vidrio. Mousse elegante, suave y delicada, de burbujas muy finas, algunas casi imperceptibles a simple vista. La nariz es fascinante y autoritaria, una interpretación increíble de Pinot Noir. Toques iniciales de fruta fresca, en este caso melocotón y pera, siempre presentes pero nunca intrusivos, porque van acompañados de una marcada mineralidad, así como pequeñas percepciones de frutos secos y miel. Tiene una boca que asombra, además de por la burbuja muy fina, por el perfecto equilibrio entre potencia y elegante finura. Un triunfo tanto de la fruta blanca como de la roja, acompañado de una progresión apretada de aromas tostados y especiados. Final largo, equilibrado y persistente; una agradable nota mineral se cierra con impulso, sobre una agradable sapidez.

Perfecto tanto para aperitivos de gran importancia, como para toda la comida; excelente con pescados y mariscos tanto crudos como cocidos: camarones, mejillones, almejas. Un pez noble del mar o de agua dulce, como el lenguado o el Saint-Pierre, lo realzará en sus facetas. Cocina oriental y picante, con presencia de curry; carnes blancas y rojas. Una combinación especial con carrillera de ternera.